martes, 27 de enero de 2009

Comunicado de la A.C.A

A continuación transcribimos el comunicado que presenta el sector de trabajadores de acción católica, de la comisión nacional de sectores, de la ACCIÓN CATÓLICA ARGENTINA.

COMUNICADO

Ante los hechos que vienen sucediendo desde el año pasado, primero en Rosario en General Motors, VOLKSWAGEN en Córdoba y ahora en empresas de Villa Constitución y San Nicolás, y en muchas otras que no salen en los medios y que muestran despido de trabajadores, baja de salarios, disminución de horas de trabajo, etc., queremos exhortar a nuestros dirigentes, políticos, sindicales y económicos para que en forma concertada se encuentren los mejores medios, incluso remedios extraordinarios, para proteger a los miembros más débiles de la cadena productiva, es decir, a los trabajadores.

No es justo que frente a la caída de la actividad económica, producto de una crisis global, se utilicen mecanismos expeditivos pero intrínsecamente inmorales, que dejan sin demasiadas opciones a un gran número de familias argentinas. Consideramos, que a esta altura de los tiempos, ha llegado la hora de que, quienes administran y dirigen las compañías afectadas por la crisis, comprometan los recursos financieros, acumulados durante la expansión, que no fueron destinados a la actividad productiva y puedan absorber pérdidas transitorias causadas por mantener la planta laboral más allá de lo que marcaría el criterio de la “rentabilidad económica”. No sería esto un acto de caridad sino una obligación moral. Los que más ganaron “en tiempos de vacas gordas” tienen una mayor obligación para con la sociedad toda, en “tiempos de vacas flacas”.

Las obligaciones ante las dificultades se deben asumir en la misma proporción con que se repartieron las ganancias en los buenos momentos. El Compendio Social de la Iglesia nos enseña que la “riqueza existe para ser repartida”. “Los bienes, aun cuando son poseídos legítimamente, conservan siempre un destino universal” (C.S.328).

Los propietarios del capital deben asumir su responsabilidad moral con los hombres y mujeres que les dependen, puesto que toda actuación en el campo económico debe estar abierta a la instancia moral (Cf.C.S.331). Los trabajadores de las empresas que dirigen no son un mero “recurso” que permite satisfacer exclusivamente intereses individuales. (Cf.C.S.339)

Consideramos además, que hasta el presente ha habido una insuficiente respuesta del Estado ante estos hechos. Es necesaria una mayor protección de los trabajadores. Ante estas circunstancias, inspirado en el principio de solidaridad, la acción del Estado debe establecer recaudos temporarios para establecer “límites a las autonomías de las partes para defender al más débil.” (C.S.351). En consecuencia, el Gobierno debe replantear sus políticas y recursos públicos en función de estas prioridades, con la activa participación de las partes afectadas, buscando entre todos cuál es la mejor vía para recuperar los niveles de producción perdidos.

La paz social, que todos debemos construir, se ve amenazada por estos hechos. Por eso es necesario, una vez más, que las instituciones de la comunidad política estén a la altura de este desafío y sepan asumir su responsabilidad con inteligencia y sentido de grandeza.

Con este ánimo, hacemos público este reclamo, con la confianza que aquellos que tienen el poder de revertir esta situación, lo hagan de inmediato, en favor de los trabajadores afectados y sus familias.

Orlando Alfredo Rivero
Secretario General
Sector de Trabajadores,
Acción Católica Argentina.
23 enero 2009

viernes, 16 de enero de 2009

Misión continiental.

Todos saben que estamos en un tiempo especial de misión. Los obispos en Aparecida nos alientan a salir a transformar la realidad en la que estamos, hacernos discípulos misoneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en El tengan vida.
En relación a ésto el Papa dejó un presente para todos, un signo visible de lo que se quiere para la Iglesia en nuestro continente.
Presentamos el tríptico que nos dejó su santidad Benedicto XVI en Aparecida, y a continuación una explicación de su significado.


Saludos.


El regalo del Papa a la V Conferencia
P. Joaquín Alliende L.[1]

Benedicto XVI ha dejado a los países de América Latina y el Caribe el regalo de su presencia, de su oración, de sus palabras vivificantes y valientes. Junto a ello está el don de este tríptico que representa el “Cristo del envío”. El pueblo creyente lo irá recibiendo, no sólo como una ilustración de verdades. Tal vez lo hará suyo y lo transformará, por la plegaria, en un ícono de su devoción cálida y confiada, en una parábola pictórica en la cual se unen el Credo de la fe con la persona del Sucesor de Pedro.
La Iglesia de Latinoamérica y del Caribe considera como hito inicial de su evangelización un ícono: la figura mestiza de María de Guadalupe, representada en la tilma de San Juan Diego. Ahora Benedicto XVI ha retomado esta tradición, y ha entregado a los Obispos participantes del Encuentro en Aparecida, un tríptico evangelizador y devocional.
En él se contienen la espiritualidad y el programa pastoral característicos que propone el lema de la V Conferencia: “Discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida. ‘Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida’ (Jn 14,6)”. El tríptico fluye de la tradición del arte cuzqueño. Con este tríptico del Papa se encuentran simbólicamente en Aparecida, la cultura andina que comparten los países del océano Pacífico con el mundo lusohablante de las costas del Atlántico, al cual pertenece el santuario nacional mariano de Brasil.
El programa iconográfico se despliega interiormente en ocho cuadros y en otras imágenes menores.
1.- El motivo central lo ocupa una representación de Cristo Resucitado, en la hora del envío misionero de los discípulos. La radiante figura de Jesús preside la totalidad del tríptico con el halo de una serena victoriosidad. En los rostros de los enviados se manifiesta la plural riqueza del pueblo de Dios. Hay hombres y mujeres. Algunos tienen tez blanca. Otros rostros son de mulatos, de indígenas, o de mestizos. Hacia el fondo se ve la escena del Calvario y dos ángeles. En la leyenda se reproduce la autodefinición del Mesías, las palabras del envío discipular -“vayan y hagan discípulos a todos los pueblos” (Mt 28,19)- y el solemne encargo de la Madre del Señor a su Iglesia.
2.- A la luz del milagro de Caná se señala catequéticamente el imperativo pastoral de movilizar el amor a María de los fieles a una obediencia irrestricta al querer de Jesús -“hagan lo que él les diga”. La figura de los esposos, destaca la grandeza del sacramento del matrimonio. Las tinajas del vino expresan la alegría de los discípulos que, por la “manifestación de su gloria,…creyeron en él”.
3.- Vocación de los primeros. Pedro y Andrés, Santiago y Juan son llamados. Las palabras de elección de Jesús, tienen una réplica humilde de Pedro quien se siente del todo indigno para seguir la vocación de apóstol. Desde ahora serán pescadores de hombres. Los cuatro escogidos aceptan remar mar adentro y echar las redes sólo “en tu nombre”. El resultado es una abundancia milagrosa. Han dejado todo. Comienzan la senda del seguimiento discipular.
4.- La mutiplicación de los panes. El verde de la hierba recuerda que ocurrió en primavera. Cristo despliega el poder de su misericordia, haciendo abundante el escaso alimento inicial. Pero no es él quien entrega el pan a la multitud -“denles ustedes de comer”. Los discípulos tienen el encargo de atender a los menesterosos. Resuena aquí una urgencia impostergable. Es el imperativo de la Iglesia Latinoamericana y del Caribe de atender a los pobres y postergados, “sea en el socorro de sus necesidades más urgentes, como también en la defensa de sus derechos” (Homilía de los obispos 11-05).
5.- Encuentro con los discípulos de Emaús. Esta escena muestra como Jesús mismo entra en el dinamismo peregrinante de la Iglesia. Durante el camino, él explica las Escrituras. En la mesa de Emaús, el Resucitado parte y comparte el pan. Pictóricamente la atención se focaliza en la centralidad de la Palabra y la Eucaristía. El texto de la leyenda registra la intensidad del encuentro del discípulo con su Maestro. Es un ardor contemplativo que llevará a un nuevo trayecto misionero hacia Jerusalén.
6.- La venida del Espíritu Santo. Es el nacimiento de la Iglesia. Los apóstoles se congregan en torno a María Madre. Pedro tiene las llaves, como símbolo de su encargo específico en el Colegio Apostólico. “Todos quedaron llenos del Espíritu Santo”. Aparecen las mujeres, de las que habla el libro de los Hechos. Unidad en la comunión del Espíritu Santo. Variedad de carismas. Sólo por el vigor divino que el Paráclito les concede, podrán asumir la misión encomendada.
7.- Los discípulos de Jesús evangelizan. Sucede ahora. Los discípulos entran en la vida de “nuestros pueblos”. La evangelización ocurre en el diálogo cotidiano. Los discípulos y misioneros del siglo XXI prolongan el amor y el compromiso de San Juan Diego de Guadalupe, con la Biblia en la mano. En su tilma va, impresa por el cielo, la imagen de la Virgen María, discípula perfecta y sabia educadora de los elegidos por Jesús para evangelizar.
8.- El Padre Eterno y el Espíritu Santo. Corona el tríptico una imagen del Padre de Jesucristo. Se le muestra unido en el Espíritu al Señor Resucitado. Con este remate, todo el tríptico logra un marcado carácter trinitario, tal como era usual en los retablos de la primera evangelización. Se indica así cuál es la fuente y el destino de la historia humana. Así el Dios Uno y Trino es propuesto como la suprema realidad de amor, en la que se sostienen e inspiran todas las formas de comunión y solidaridad que brotan del evangelio.
9.- En las esquinas superiores de los paneles laterales abiertos, aparecen dos santos emblemáticos del primer siglo del cristianismo. Uno es el gran misionero venido de España, Santo Toribio de Mogrovejo. El Obispo místico realizó una gigantesca obra evangelizadora desde su sede limeña. La otra figura es Rosa de Lima. Representa la recepción del evangelio por parte de los criollos americanos. Esta laica nacida en una familia de origen dominicano, llegó a una alta cumbre de intimidad esponsal con Cristo y de heroica caridad con los pobres.
10.- Cuando el tríptico está cerrado, aparece el escudo papal de Benedicto XVI, y se ve la dedicatoria de mano del Papa con la exhortación señera hacia el futuro: “Sean discípulos y misioneros de Jesucristo, para que vuestros pueblos tengan vida. Aparecida, 13 de mayo del 2007.”
El sello final es la Imagen de Nuestra Señora Aparecida. En torno a ella se congrega un racimo abigarrado de diversos rostros del pueblo que ella protege y guía por estas latitudes.

[1] El P. Joaquín Alliende Luco I.S.P.Sch., sacerdote del Instituto Secular Padres de Schöenstatt, es Capellán Internacional de Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS). Fue invitado a la V Conferencia como representante de organismos de ayuda, sin embargo, no pudo participar por razones de salud.

jueves, 15 de enero de 2009

"totus Tuus"


Totus Tuus, fue el lema de nuestro querido Papa Juan Pablo II, pero alguien sabe por qué?

El mismo Karol nos lo dice brevemente...



"Totus Tuus. Esta fórmula no tiene solamente una característica piadosa, no es una simple expresión de devoción sino que es algo más que eso. La orientación hacia tal devoción se ha afirmado en mí en el período en el cual, durante la segunda guerra mundial, trabajaba como obrero en una fábrica. En un primer momento creí que me debía apartar un poco de aquella devoción mariana de la infancia, en favor del cristocentrismo. Gracias a san Luis Grignion de Montfort comprendí que la verdadera devoción a la Madre de Dios es, en cambio, justamente cristocéntrica, es más, está profundamente enraizada en el Misterio trinitario de Dios, y en los misterios de la Encarnación y de la Redención".
[Juan Pablo II en "Varcare la soglia della speranza", Arnoldo Mondadori Editor, 1994]


Y como siempre un videíto para acompañar.

Saludos.

lunes, 12 de enero de 2009

Que año taann especial que vivimos!!!

Queridos hermanos:

Este año que pasó se conmemoró los 150 años de las apariciones de nuestra Madre en su Advocación de Lourdes, fue un año con muchas bendiciones, quien sabe cuántas indulgencias concedidas por todo el mundo, en nuestra parroquia, y todos los lugares que tienen como especial protectora a Ntra. Sra. de Lourdes.
Los invito a re-leer la homilía que nuestro Papa Benedicto XVI pronunció en la misa en el Santuario de Lourdes como corolario de este año especialmente mariano que pasó.
Es una joyita!!!
También les dejo un link con un videito de lourdes
http://es.youtube.com/watch?v=mw6SMOZdFKA
Saludos.

Homilía del Papa en la misa con motivo de los 150 años de las apariciones de Lourdes
"El mensaje de María es un mensaje de esperanza"

LOURDES, domingo, 14 septiembre 2008 (ZENIT.org).- Publicamos la homilía que pronunció Benedicto XVI en la mañana de este domingo durante la misa con motivo del 150 aniversario de las apariciones de Lourdes, presidida por el Papa en la Pradera de los Santuarios.
* * *
Señores Cardenales, querido monseñor Perrier,
queridos hermanos en el episcopado y el sacerdocio,
queridos peregrinos,
hermanos y hermanas
"Id y decid a los sacerdotes que vengan en procesión y que se construya aquí una capilla". Éste es el mensaje que Bernadette recibió de la "Hermosa Señora" en las apariciones del 2 de marzo de 1858. Desde hace ciento cincuenta años, los peregrinos nunca han dejado de venir a la gruta de Massabielle para escuchar el mensaje de conversión y esperanza. Y también nosotros, estamos aquí esta mañana a los pies de María, la Virgen Inmaculada, para acudir a su escuela con la pequeña Bernadette.
Agradezco muy especialmente a Monseñor Jacques Perrier, Obispo de Tarbes y Lourdes, por la calurosa acogida que me ha brindado y por las amables palabras que me ha dirigido. Saludo a los Cardenales, a los Obispos, a los sacerdotes, a los diáconos, a los religiosos y a las religiosas, así como a todos vosotros, queridos peregrinos de Lourdes, especialmente a los enfermos. Habéis venido aquí en gran número para realizar esta peregrinación jubilar conmigo y encomendar a Nuestra Señora vuestras familias, vuestros parientes y amigos y todas vuestras intenciones. Mi gratitud se dirige también a las Autoridades civiles y militares, presentes en esta celebración eucarística.
"¡Qué dicha tener la Cruz! Quien posee la Cruz posee un tesoro" (S. Andrés de Creta, Sermón 10, sobre la Exaltación de la Santa Cruz: PG 97,1020). En este día en el que la liturgia de la Iglesia celebra la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, el Evangelio que acabamos de escuchar, nos recuerda el significado de este gran misterio: Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único para salvar a los hombres (cf. Jn 3,16). El Hijo de Dios se hizo vulnerable, tomando la condición de siervo, obediente hasta la muerte y una muerte de cruz (cf. Fil 2,8). Por su Cruz hemos sido salvados. El instrumento de suplicio que mostró, el Viernes Santo, el juicio de Dios sobre el mundo, se ha transformado en fuente de vida, de perdón, de misericordia, signo de reconciliación y de paz. "Para ser curados del pecado, miremos a Cristo crucificado", decía san Agustín (Tratado sobre el Evangelio de san Juan, XII, 11). Al levantar los ojos hacia el Crucificado, adoramos a Aquel que vino para quitar el pecado del mundo y darnos la vida eterna. La Iglesia nos invita a levantar con orgullo la Cruz gloriosa para que el mundo vea hasta dónde ha llegado el amor del Crucificado por los hombres, por nosotros los hombres. Nos invita a dar gracias a Dios porque de un árbol portador de muerte, ha surgido de nuevo la vida. Sobre este árbol, Jesús nos revela su majestad soberana, nos revela que Él es el exaltado en la gloria. Sí, "venid a adorarlo". En medio de nosotros se encuentra Quien nos ha amado hasta dar su vida por nosotros, Quien invita a todo ser humano a acercarse a Él con confianza.
Es el gran misterio que María nos confía también esta mañana invitándonos a volvernos hacia su Hijo. En efecto, es significativo que, en la primera aparición a Bernadette, María comience su encuentro con la señal de la Cruz. Más que un simple signo, Bernadette recibe de María una iniciación a los misterios de la fe. La señal de la Cruz es de alguna forma el compendio de nuestra fe, porque nos dice cuánto nos ha amado Dios; nos dice que, en el mundo, hay un amor más fuerte que la muerte, más fuerte que nuestras debilidades y pecados. El poder del amor es más fuerte que el mal que nos amenaza. Este misterio de la universalidad del amor de Dios por los hombres, es el que María reveló aquí, en Lourdes. Ella invita a todos los hombres de buena voluntad, a todos los que sufren en su corazón o en su cuerpo, a levantar los ojos hacia la Cruz de Jesús para encontrar en ella la fuente de la vida, la fuente de la salvación.
La Iglesia ha recibido la misión de mostrar a todos el rostro amoroso de Dios, manifestado en Jesucristo. ¿Sabremos comprender que en el Crucificado del Gólgota está nuestra dignidad de hijos de Dios que, empañada por el pecado, nos fue devuelta? Volvamos nuestras miradas hacia Cristo. Él nos hará libres para amar como Él nos ama y para construir un mundo reconciliado. Porque, con esta Cruz, Jesús cargó el peso de todos los sufrimientos e injusticias de nuestra humanidad. Él ha cargado las humillaciones y discriminaciones, las torturas sufridas en numerosas regiones del mundo por muchos hermanos y hermanas nuestros por amor a Cristo. Les encomendamos a María, Madre de Jesús y Madre nuestra, presente al pie de la Cruz.
Para acoger en nuestras vidas la Cruz gloriosa, la celebración del jubileo de las apariciones de Nuestra Señora en Lourdes nos ha permitido entrar en una senda de fe y conversión. Hoy, María sale a nuestro encuentro para indicarnos los caminos de la renovación de la vida de nuestras comunidades y de cada uno de nosotros. Al acoger a su Hijo, que Ella nos muestra, nos sumergimos en una fuente viva en la que la fe puede encontrar un renovado vigor, en la que la Iglesia puede fortalecerse para proclamar cada vez con más audacia el misterio de Cristo. Jesús, nacido de María, es el Hijo de Dios, el único Salvador de todos los hombres, vivo y operante en su Iglesia y en el mundo. La Iglesia ha sido enviada a todo el mundo para proclamar este único mensaje e invitar a los hombres a acogerlo mediante una conversión auténtica del corazón. Esta misión, que fue confiada por Jesús a sus discípulos, recibe aquí, con ocasión de este jubileo, un nuevo impulso. Que siguiendo a los grandes evangelizadores de vuestro País, el espíritu misionero que animó tantos hombres y mujeres de Francia a lo largo de los siglos, sea todavía vuestro orgullo y compromiso.
Siguiendo el recorrido jubilar tras las huellas de Bernadette, se nos recuerda lo esencial del mensaje de Lourdes. Bernadette era la primogénita de una familia muy pobre, sin sabiduría ni poder, de salud frágil. María la eligió para transmitir su mensaje de conversión, de oración y penitencia, en total sintonía con la palabra de Jesús: "Porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a la gente sencilla" (Mt 11,25). En su camino espiritual, también los cristianos están llamados a desarrollar la gracia de su Bautismo, a alimentarse de la Eucaristía, a sacar de la oración la fuerza para el testimonio y la solidaridad con todos sus hermanos en la humanidad (cf. Homenaje a la Inmaculada Concepción, Plaza de España, 8 diciembre 2007). Es, pues, una auténtica catequesis la que también a nosotros se nos propone, bajo la mirada de María. Dejémonos también nosotros instruir y guiar en el camino que conduce al Reino de su Hijo.
Continuando su catequesis, la "Hermosa Señora" revela su nombre a Bernadette: "Yo soy la Inmaculada Concepción". María le desvela de este modo la gracia extraordinaria que Ella recibió de Dios, la de ser concebida sin pecado, porque "ha mirado la humillación de su esclava" (cf. Lc 1,48). María es la mujer de nuestra tierra que se entregó por completo a Dios y que recibió de Él el privilegio de dar la vida humana a su eterno Hijo. "Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra" (Lc 1,38). Ella es la hermosura transfigurada, la imagen de la nueva humanidad. De esta forma, al presentarse en una dependencia total de Dios, María expresa en realidad una actitud de plena libertad, cimentada en el completo reconocimiento de su genuina dignidad. Este privilegio nos concierne también a nosotros, porque nos desvela nuestra propia dignidad de hombres y mujeres, marcados ciertamente por el pecado, pero salvados en la esperanza, una esperanza que nos permite afrontar nuestra vida cotidiana. Es el camino que María abre también al hombre. Ponerse completamente en manos de Dios, es encontrar el camino de la verdadera libertad. Porque, volviéndose hacia Dios, el hombre llega a ser él mismo. Encuentra su vocación original de persona creada a su imagen y semejanza.
Queridos hermanos y hermanas, la vocación primera del santuario de Lourdes es ser un lugar de encuentro con Dios en la oración, y un lugar de servicio fraterno, especialmente por la acogida a los enfermos, a los pobres y a todos los que sufren. En este lugar, María sale a nuestro encuentro como la Madre, siempre disponible a las necesidades de sus hijos. Mediante la luz que brota de su rostro, se trasparenta la misericordia de Dios. Dejemos que su mirada nos acaricie y nos diga que Dios nos ama y nunca nos abandona. María nos recuerda aquí que la oración, intensa y humilde, confiada y perseverante debe tener un puesto central en nuestra vida cristiana. La oración es indispensable para acoger la fuerza de Cristo. "Quien reza no desperdicia su tiempo, aunque todo haga pensar en una situación de emergencia y parezca impulsar sólo a la acción" (Deus caritas est, n. 36). Dejarse absorber por las actividades entraña el riesgo de quitar de la plegaria su especificad cristiana y su verdadera eficacia. En el Rosario, tan querido para Bernadette y los peregrinos en Lourdes, se concentra la profundidad del mensaje evangélico. Nos introduce en la contemplación del rostro de Cristo. De esta oración de los humildes podemos sacar copiosas gracias.
La presencia de los jóvenes en Lourdes es también una realidad importante. Queridos amigos aquí presentes esta mañana alrededor de la Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud, cuando María recibió la visita del ángel, era una jovencita en Nazaret, que llevaba la vida sencilla y animosa de las mujeres de su pueblo. Y si la mirada de Dios se posó especialmente en Ella, fiándose, María quiere deciros también que nadie es indiferente para Dios. Él os mira con amor a cada uno de vosotros y os llama a una vida dichosa y llena de sentido. No dejéis que las dificultades os descorazonen. María se turbó cuando el ángel le anunció que sería la Madre del Salvador. Ella conocía cuánta era su debilidad ante la omnipotencia de Dios. Sin embargo, dijo "sí" sin vacilar. Y gracias a su sí, la salvación entró en el mundo, cambiando así la historia de la humanidad. Queridos jóvenes, por vuestra parte, no tengáis miedo de decir sí a las llamadas del Señor, cuando Él os invite a seguirlo. Responded generosamente al Señor. Sólo Él puede colmar los anhelos más profundos de vuestro corazón. Sois muchos los que venís a Lourdes para servir esmerada y generosamente a los enfermos o a otros peregrinos, imitando así a Cristo servidor. El servicio a los hermanos y a las hermanas ensancha el corazón y lo hace disponible. En el silencio de la oración, que María sea vuestra confidente, Ella que supo hablar a Bernadette con respeto y confianza. Que María ayude a los llamados al matrimonio a descubrir la belleza de un amor auténtico y profundo, vivido como don recíproco y fiel. A aquellos, entre vosotros, que Él llama a seguirlo en la vocación sacerdotal o religiosa, quisiera decirles la felicidad que existe en entregar la propia vida al servicio de Dios y de los hombres. Que las familias y las comunidades cristianas sean lugares donde puedan nacer y crecer sólidas vocaciones al servicio de la Iglesia y del mundo.
El mensaje de María es un mensaje de esperanza para todos los hombres y para todas las mujeres de nuestro tiempo, sean del país que sean. Me gusta invocar a María como "Estrella de la esperanza" (Spe salvi, n. 50). En el camino de nuestras vidas, a menudo oscuro, Ella es una luz de esperanza, que nos ilumina y nos orienta en nuestro caminar. Por su sí, por el don generoso de sí misma, Ella abrió a Dios las puertas de nuestro mundo y nuestra historia. Nos invita a vivir como Ella en una esperanza inquebrantable, rechazando escuchar a los que pretenden que nos encerremos en el fatalismo. Nos acompaña con su presencia maternal en medio de las vicisitudes personales, familiares y nacionales. Dichosos los hombres y las mujeres que ponen su confianza en Aquel que, en el momento de ofrecer su vida por nuestra salvación, nos dio a su Madre para que fuera nuestra Madre.
Queridos hermanos y hermanas, en Francia, la Madre del Señor es venerada en innumerables santuarios, que manifiestan así la fe transmitida de generación en generación. Celebrada en su Asunción, Ella es la amada patrona de vuestro país. Que Ella sea siempre venerada con fervor en cada una de vuestras familias, de vuestras comunidades religiosas y parroquiales. Que María vele sobre todos los habitantes de vuestro hermoso País y sobre todos los numerosos peregrinos que han venido de otros países a celebrar este jubileo. Que Ella sea para todos la Madre que acompaña a sus hijos tanto en sus gozos como en sus pruebas. Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra, enséñanos a creer, a esperar y a amar contigo. Muéstranos el camino hacia el Reino de tu Hijo Jesús. Estrella del mar, brilla sobre nosotros y guíanos en nuestro camino (cf. Spe salvi, n. 50). Amén.
[Traducción del original en francés distribuida por la Santa Sede. Zenit ha añadido el cambio que el Papa hizo en la lectura del texto.
© Copyright 2008 - Libreria Editrice Vaticana]

sábado, 10 de enero de 2009

Lourdes


consagracion II

15 ¿Cuáles son las prácticas visibles o exteriores que ayudan a vivir la Consagración total?
Son llamadas así no porque se hagan sin devoción interior, sino porque tienen algo de externo, visible y comunitario. Ayudan a vivir las interiores y a edificar al prójimo. (VD 226). Enumeraremos las más importantes tomadas de la totalidad de las obras y de la vida de san Luis María. Ciertamente, ni las prácticas interiores ni éstas exteriores, obligan bajo pecado, sino que trazan un itinerario de vida espiritual que se va asumiendo gradualmente.
1. Preparar y hacer la consagración total a Jesús por María (VD 227-233). Ver antes los nn. 9-12. Renovar la consagración con frecuencia mediante fórmulas breves.
2. La Lectio divina1 –ojalá de acuerdo con la liturgia de cada día-y en unión con María (Ver SC, 103). El Concilio Vaticano II ha recomendado vivamente a todos los fieles cristianos el nutrirse de la Palabra de Dios que da firmeza a la fe, es alimento del espíritu y fuente límpida y perenne de vida espiritual. (Ver DV, 21). El cristiano está llamado a leer asiduamente la Sagrada Escritura y a unir al estudio la oración para "adquirir la ciencia suprema de Jesucristo" (Filp 3,8) y para que se realice el diálogo de Dios con los hombres y de estos con Dios (Ver DV, 25). (Ver 5 pistas para la Lectio divina con María: Libro de Oro, pp. 531-532). Es el ejemplo mismo de San Luis María que se nutrió diariamente de la Palabra de Dios y la conocía de memoria. La espiritualidad que nos legó se basa ante todo en la Santa Biblia. Todo ello para poder ser apóstoles
1 "En la carta pastoral "al comienzo del Nuevo Milenio" escribí que «la perspectiva en la cual debe colocarse todo el camino pastoral es el de la santidad» (n. 30), cultivada en la escucha de la Palabra de Dios, en la oración y en la vida eucarística..." (Juan Pablo II, Roma, mayo, 24, 2001).
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de los últimos tiempos que llevan en la boca la espada de dos filos de la Palabra de Dios... y para ser como María, la mujer dichosa porque escucha la Palabra de Dios, la guarda y la pone en práctica (Ver Lc 1,45; 8,21; 2,19; 2,51; 11,28; Vat. II, Iglesia, 58).
3. La Eucaristía1. Participar a ser posible diariamente de la Eucaristía y de la adoración al Santísimo en unión con María (Ver ASE 71; VD 266-273; SM 76). Toda celebración litúrgica –y particularmente la Eucaristía- es la acción más sagrada y eficaz de Jesucristo y la Iglesia, su esposa y su cuerpo, para la alabanza de Dios y la santificación de los hombres.
Es el ejercicio del sacerdocio de Cristo y del pueblo consagrado de la nueva Alianza (Ver Vat. II, Liturgia, 5-7). El Padre de Montfort apreció en alto grado la Eucaristía, era central en las misiones y escribió muchos cantos y sermones para honrar el gran misterio de la Eucaristía. (Ver ASE, 70-71; CT 112, 128, 136, 41; Sermones, nn. 330-341 –Le livre des Sermons).
4. Celebrar con frecuencia el Sacramento de la Reconciliación en unión con María. Es clave para el cultivo de la vida espiritual de todos los cristianos laicos o religiosos o sacerdotes. (Ver OT,18; PC 6). San Luis María no permitía que renovaran las promesas bautismales y que se consagraran a la Virgen, sino a los que habían hecho una confesión general en las misiones. Los que habían renovado los votos bautismales se comprometían a confesarse con frecuencia. (Ver Contratos de Alianza: B.A.C., 451, pp. 623-626).
5. El Rezo diario de la Coronilla de alabanzas a la Santísima Virgen. (VD 234-235). ¡La oración típica y factible de todos los Consagrados!
6. Llevar una cadena o cadenilla que recuerde que estamos atados a la Santísima Virgen con "cadenas de amor, por consiguiente, fuertes como la muerte" (Cant 8,6; VD 236-242).
7. Celebración del misterio de la Encarnación, el misterio propio de la Consagración total (VD 243-248). ( 25 de marzo; el Ángelus... ). Ver antes los nn. 5 y 6 anteriores.
8. Recitación y meditación del Avemaría y del Rosario (VD 249-254). Tan importante es esta práctica que San Luis María escribió un libro: "Secreto Admirable del Santísimo Rosario para convertirse y salvarse". Ver ASE, 193; VC 95).
9. Recitación del Canto de María o "Magnificat" (VD 255).
1 "...Proponemos a todos con gozo la consigna de continuar a tener fija la mirada en Cristo y contemplar su rostro a través de la familiaridad con la Palabra de Dios, la oración asidua y la comunión con Él, la participación en la Eucaristía, sobre todo el día del Señor, la acogida de la misericordia del Padre en el sacramento de la Reconciliación, y un valiente compromiso a la santidad, sentido y destino de todo ser humano y fuente y energía del actuar pastoral de la Iglesia" (Mensaje de los Señores Cardenales, reunidos en Consistorio en Roma, mayo 21-24/ 2001.
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10. Renuncia evangélica. "Debes ser fiel en cortar y arrancar mediante la mortificación y la violencia a ti mismo, todos los placeres inútiles y las ocupaciones vanas con las criaturas, o sea, mortificar el cuerpo, guardar el silencio interior y dominar los sentidos" (SM, 73). Ello implica también la lucha contra el pecado, alejando de ti incluso "los pecados veniales, siempre peligrosos si no le damos importancia" (SM 75)1.
11. También conviene hacer el Vía crucis en unión con María (ver Libro de Oro, pp 521-530), particularmente los Viernes de Cuaresma. San Luis María escribió la famosa Carta a los Amigos de la Cruz, para enseñarnos cómo llevar la cruz como discípulos de Cristo.
16 ¿Cuáles son los compromisos prioritarios de los Consagrados hoy en la Iglesia?
El Santo Padre Juan Pablo II ha trazado explícitamente 4 compromisos prioritarios a toda la familia monfortiana2:
1. Hacer fructificar la "preciosa herencia de san Luis María, tesoro que no debe quedar escondido". Esto significa vivir y hacer vivir el "Totus tuus".
2. "Renovar la presencia entre los pobres". Una presencia que es compromiso solidario y muy urgente ante la globalización de la economía, el escándalo de la pobreza y las nuevas situaciones de marginalidad, enfermedad y abandono de tantos hermanos3.
3. "Renovar la inserción en la pastoral de la Iglesia". Trabajar en el plan pastoral de la diócesis y de la parroquia, perteneciendo a un grupo apostólico o a una comunidad cristiana y haciendo así trabajo de Iglesia.
1 Es la renuncia a la Sabiduría mundana (VD 256; ver ASE 74-83) y practicar el 3er medio para adquirir y conservar la Sabiduría Encarnada: "la Mortificación Universal" (Ver ASE 194-202) que se resumen en vivir este consejo "déjalo todo, y al encontrar a Jesucristo, la Sabiduría encarnada, ¡lo encontrarás todo!"(ASE 202). Es, pues, el ineludible aspecto ascético de este camino evangélico, espiritual y apostólico propuesto por San Luis María.
2 Mensaje del Papa Juan Pablo II a la Familia Monfortiana, Vaticano, 21 de junio de 1997.
3 "La comunión empuja a la Iglesia a hacerse solidaria con la humanidad, particularmente en el actual contexto de la globalización con la multitud creciente de los pobres, de los que sufren, de cuantos son pisoteados en los sacrosantos derechos a la vida, a la salud, al trabajo, a la cultura, a la participación social, a la libertad religiosa". (Del Mensaje del Consistorio de Cardenales, 24, mayo, 2001).
"Sacerdotes, religiosos, laicos jóvenes y adultos..., seriamente comprometidos para dar a la Iglesia, a ejemplo de Cristo, un rostro de pobreza y de misericordia especialmente hacia los necesitados y marginados, un rostro por el testimonio de la comunión en la verdad y el amor" Juan Pablo II, Homilía en la Concelebración con los Cardenales, Roma, mayo 24 de 2001.
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4. "Renovar la disponibilidad para la evangelización". El sueño del Santo Padre y el sueño del P. de Montfort se funden en uno solo: hombres y mujeres "Apóstoles de la Nueva Evangelización" en un mundo cada día más necesitado de la Sabiduría del Evangelio, que es la Sabiduría del Amor, de la Vida y de la Paz1.
17 Existe alguna organización o Asociación eclesial internacional de los Consagrados a Jesús por María?
Existe la nueva Asociación "María Reina de los Corazones", que reunifica en una sola Asociación las dos Asociaciones Monfortianas: "Asociación de los Sacerdotes de María Reina de los Corazones" y la "Archicofradía de María Reina de los Corazones", declaradas "Asociaciones propias" de la Compañía de María, Misioneros Monfortianos, con decreto (Prot. N. 39/54) del 16 de julio de 1955. El Decreto de Constitución de esta nueva Asociación unificada, de laicos, religiosos y clérigos, ha sido dado por la Sagrada Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el 26 de abril de 2001. En esa misma fecha fueron aprobados sus nuevos Estatutos. El día 22 de mayo de 2001, la Sagrada Penitenciaría comunicó la concesión de la Indulgencia Plenaria, en determinadas fechas, a los miembros que cumplan los Estatutos y ciertos requisitos. La Sede central está en Roma y conviene que haya Centros en diversos lugares del mundo.

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hola a todos, Dios los bendiga!!!


queremos contarles que somos la comunidad parroquial de Nuestra Señora de Lourdes, perteneciente a la diócesis de Lomas de Zamora en Buenos Aires, y el 11 de febrero de 2009 cumpliremos nuestro segundo año como tal.
Para éste dia especial, el de nuestra patrona bajo la advocación de Nuestra Señora de Lourdes es que nos vamos a preparar a través de unos encuentros que finalizarán con la solemne consagración a Jesús por María según el método de San Luis María Grignon de Montfort.
Estos encuentros organizados por la Legión de María y guiados por el Pbro. Gustavo Fernández Cáceres, nuestro párroco, comenzaran el 16/01 a las 08:30 hs. comenzando con la Santa Misa en el templo parroquial.
De a poco iremos colgando subsidios para los que quieran saber mejor en qué consiste esta consagración y los encuentros.

Para comenzar:
1. ¿En qué consiste la Consagración Total a Jesús por María según la enseñanza de San Luis María?
Esta Consagración consiste: 1. En la unión y pertenencia total a Jesús por María para establecer en nuestros corazones y en el mundo el reinado de Jesús por María. Para ello, la persona se consagra a Jesús por María como esclavo de amor (Ver VD, 121,125 y 113); 2. En vivir perfectamente la Alianza Bautismal por la cual renacemos y nos comprometemos a vivir como hijos de Dios y como miembros de la Iglesia, cuerpo de Cristo (Ver VD 126-130); 3. En un camino espiritual y apostólico fácil y seguro de transformación en Cristo, por obra del Espíritu Santo y María, a fin de vivir la vocación para la cual hemos sido creados (Ver VD 20, 35ss, 164; SM, 3).
2. ¿A qué te comprometes al hacer esta consagración?
Por esta consagración prometes a Jesús por María vivir –tanto como te sea posible- en completa unión y dependencia de Él como vivió Ella. Como este espíritu de unión y de dependencia de Jesús que vive y reina en María sólo se obtiene gradualmente y con perseverancia, no todo el mundo logra el más alto nivel. "¿...quién llegará al tercer grado? ¿Quién permanecerá habitualmente en él? Sólo aquél o aquella a quien el Espíritu Santo de Jesucristo revele este secreto (ver SM 1) y lo conduzca por sí mismo para hacerlo avanzar de virtud en virtud, de gracia en gracia, de luz en luz, hasta transformarlo en Jesucristo y llevarlo a la plenitud de su madurez..." (VD 119).
3. ¿Entonces este camino espiritual es sólo para unos pocos privilegiados y selectos?
¡De ninguna manera! Este camino espiritual por el cual nos encadenamos a María, para liberarnos de la "cruel esclavitud del pecado y del demonio", para convertirnos en "perfectos discípulos de la Sabiduría encarnada, Jesucristo" (ASE 223.227), es un camino abierto a todos los bautizados y pecadores. ¡También para ti! "Todos los fieles, de cualquier estado o condición, están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la Caridad" (Concilio Vaticano II, Iglesia, 40). San Luis María predicaba este camino que él llamaba "fácil, corto, seguro y perfecto" (VD 152-168), para que los pecadores, después de su confesión general, fruto de las misiones, perseveraran en su conversión y progresaran a pasos de gigante por el camino del Evangelio.
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4. ¿Cuáles son los frutos de esta Consagración total?
Digamos sólo algunos. Ni Dios ni María se dejan vencer en generosidad. Aunque no debo hacerlo por la recompensa, ellos me dan el 100 por uno. (Ver Mt 19,29; VD 144). Este camino te ayuda a vivir la bienaventuranza fundamental: "dichosos los pobres de corazón porque el reinado de Dios les pertenece" (Mt 5,8), pues participas de la profunda humildad de María y del corazón manso y humilde de Cristo Jesús que quiso hasta depender de María (Ver VD 213; 139-143). Te ayuda a crecer en la fe cristiana. Participarás de la fe de María "una fe viva e inconmovible... una fe intrépida que te llevará a realizar grandes empresas por Dios y por la salvación del prójimo..." (VD 214). María se comunica a quien la ama entrañablemente haciéndole partícipe de sus más altos dones y virtudes como son la fe y la sabiduría, hasta convertirla en viva imagen suya (Ver nos. VD 144, 214, 217). Pero como dice el mismo San Luis María: "Infinitamente más de lo que aquí te digo es lo que te enseñará la experiencia y lo que encontrarás por ti misma. Si eres fiel en lo poco que te enseño, hallarás tantas riquezas y gracias en la práctica, que quedarás sorprendida y rebosante de dicha..." SM 53.
5 ¿En qué se fundamenta la consagración total?
Se fundamenta en los misterios centrales del cristianismo: el misterio de la Santísima Trinidad, el misterio de la Encarnación y el misterio de la Redención. La clave está en el misterio de la Encarnación, obra de las tres divinas Personas para la redención de la humanidad. La consagración personal y total de Jesús al Padre se inicia en la Encarnación y culmina en la Cruz. En la Cruz, la Sabiduría encarnada, Jesucristo, sella con su sangre la nueva y definitiva Alianza y comienza el nuevo éxodo de la humanidad hacia la Patria definitiva. Por el Bautismo, el cristiano participa de la Consagración de Jesucristo, es insertado en el Pueblo de la Nueva Alianza y comienza a vivir el éxodo hacia la Pascua eterna. En estos misterios, María aparece por voluntad de Dios, totalmente relativa a Dios y al Pueblo de Dios. Pues "Dios Padre entregó su Unigénito al mundo solamente por medio de María"... Dios Hijo se hizo hombre para nuestra salvación, pero en María y por María"... Dios Espíritu Santo formó a Jesucristo en María, pero después de haberle pedido su consentimiento.." (VD 16). Así, pues "Por medio de la Santísima Virgen María vino Jesucristo al mundo, y por medio de Ella debe también reinar en el mundo" (VD 1).
6. ¿A quien honras cuando haces y vives esta consagración total?
Esta consagración "ha sido inspirada por el Espíritu Santo: 1) para honrar e imitar la dependencia inefable que Dios Hijo quiso tener respecto a María para gloria del Padre y para nuestra salvación. Dependencia que se manifiesta de modo especial en este misterio de la Encarnación, en el que Jesucristo se halla prisionero y esclavo en el seno de la excelsa María, en donde depende de Ella en todo y para todo; 2) para agradecer a Dios las gracias incomparables que otorgó a María, y especialmente el haberla escogido por su dignísima Madre; elección realizada precisamente en este misterio" (VD 243). En María, por obra del Espíritu Santo, Dios se reviste de nuestra humanidad y nosotros nos revestimos de su divinidad para ser hermanos y hermanas.
7. ¿Darle tanta importancia a María no será restarle importancia a Jesucristo que es el centro?
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"Si establecemos la sólida devoción a la Santísima Virgen es sólo para establecer más perfectamente la de Jesucristo y ofrecer un medio seguro para encontrar al Señor... Esta devoción nos es necesaria para hallar perfectamente a Jesucristo, amarlo con ternura y servirlo con fidelidad" (VD 62). "La tendencia más fuerte de María es la de unirnos a Jesucristo" (VD 75). "Quien desee tener el fruto de la vida –Jesucristo- debe tener el árbol de la vida que es María. Quien desee tener en sí la operación del Espíritu Santo, debe tener a su Esposa fiel e inseparable..." (VD 164). "Creo personalmente que nadie puede llegar a una íntima unión con Nuestro Señor y a una fidelidad perfecta al Espíritu Santo sin una unión estrecha con la Santísima Virgen y una verdadera dependencia de su socorro" (VD 43).
8. ¿Qué nos dice el Papa Juan Pablo II sobre esta consagración total a Jesús por María?
El "TOTUS TUUS" ¡Todo tuyo! Es el lema de toda la vida sacerdotal y del Pontificado de Su Santidad Juan Pablo II. Cuando el 19 de septiembre de 1996, estuvo en San Lorenzo en Francia, junto a la tumba de San Luis María, el Santo Padre dijo en su homilía que él renovaba diariamente la Consagración Total. El libro de cabecera del Santo Padre es la Verdadera Devoción. Hace poco, el 13 de octubre del 2000, el Santo Padre nos decía, en Roma, a los participantes al Congreso sobre el Padre de Montfort:
"La Toda Santa lleva hacia la Trinidad. Repitiéndole a diario Totus tuus y viviendo en sintonía con ella, se puede llegar a la experiencia del Padre mediante la confianza y el amor sin límites (Ver VD, 169 y 215), a la docilidad al Espíritu Santo (cf. ib., 258) y a la transformación de sí según la imagen de Cristo (ver VD, 218-221)".
9. ¿Cómo prepararse a hacer esta Consagración total a Jesús por María o a renovarla?
Esta consagración total es un camino caracterizado por dos aspectos inseparables: la renuncia y la donación y por dos amores inseparables: a Jesucristo, Sabiduría encarnada y a María, Madre nuestra y Reina de los corazones. Por ello, para prepararse a hacer por primera vez la consagración total o para renovarla y vivirla, se requiere una metodología y unos medios y acciones que te ayuden: 1. a renunciar radicalmente y constantemente al pecado en todas sus manifestaciones, a tu egoísmo, a todo lo que te impide ser libre para darte totalmente a Jesús y confiarte también totalmente a María; 2. a motivarte constantemente para crecer en el deseo ardiente y la decisión firme y constante de entregarte totalmente a Jesús por María para la obra del Reino; 3. a conocer mejor re todo con tu corazón y tu vida a Jesucristo y su sabiduría evangélica y a su Santísima Madre, asociada a Él y al Espíritu Santo en la obra permanente de la redención de la humanidad. En resumen: renuncia al pecado, al egoísmo y a la sabiduría mundana, conocimiento de ti mismo, de Jesucristo-Sabiduría y de María-Madre, para ser sus discípulos y esclavos de amor y servirlos en su obra que es la de establecer su reinado inseparable en los corazones de las personas y en la sociedad. con la inteligencia y sob
10. ¿Qué hacer para prepararse a esta Consagración total a Jesús por María o para renovarla?
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San Luis María aconseja una preparación cuidadosa de 33 días: 12 días para vaciarte del espíritu mundano o sabiduría mundana; 7 días para conocerte a ti mismo a la luz de tu vocación divina; 7 días para que conozcas mejor de manera más completa y experimental a María en el misterio de Cristo y de la Iglesia y en la vida de cada cristiano; 7 días para que conozcas mejor a la Sabiduría eterna y encarnada, Jesucristo, enviado por el Padre para establecer en el mundo el reinado de Dios. Para renovar la consagración cada año, es bueno tener este esquema para realizarlo en 3 días de retiro. Debes hacer esta preparación en ambiente de estudio y oración y con una actitud de discernimiento para que acojas la voluntad de Dios y te entregues totalmente a quien se nos ha dado totalmente por Jesús, por su Espíritu y por María.
11. ¿Hay algo más que podría ayudarte en la preparación para hacer esta Consagración total y para vivirla?
¡Ciertamente! Para una preparación remota y para vivir la Consagración, medita de modo especial los Evangelios según san Lucas y san Juan que destacan la presencia de la virgen María en la vida y obras de la Sabiduría encarnada, Jesucristo. Medita el capítulo VIII de la Constitución sobre la Iglesia del Vaticano II. Lee en espíritu de estudio y oración el Secreto de María y/o la Verdadera Devoción a María de San Luis María de Montfort. Lee también el famoso libro El amor de la Sabiduría eterna (ASE), compendio de toda la espiritualidad del mismo autor. Conoce alguna biografía de san Luis María de Montfort, pues para comprender su mensaje y el alcance del mismo hay que conocer su vida de místico y de apóstol. La preparación de los 33 días la puedes hacer en casa con un libro guía o en pequeños grupos con la de experiencia. Existe el "Libro de Oro de la Espiritualidad Monfortiana" en donde puedes encontrar los principales escritos de San Luis María de Montfort y alguna guía para preparar, realizar y vivir la Consagración Total. Ora mucho con la meditación de los misterios del Santo Rosario y particularmente con la Palabra de Dios unida a la participación en la Santa Eucaristía, para implorar la sabiduría y la fuerza del Espíritu Santo para comprender este camino y para vivirlo. ayuda de una persona 2. ¿Cuándo y cómo puedes hacer la Consagración total a Jesús por María? En un día especial, después de una preparación ade 3. ¿Cómo cultivar esta Consagración total para crecer y crecer hasta la
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cuada, en el que te decides a renunciar para siempre al demonio, al pecado y a ti mismo, prometes, con la gracia de Dios que nunca te faltará, guardar los mandamientos de Dios y de la Iglesia, aceptados el día del Bautismo y te consagras totalmente a Jesucristo por las manos de María para llevar tu cruz en su seguimiento todos los días y entregarte a su obra de establecer en el mundo su reinado. Puedes emplear la fórmula completa que nos ofrece el mismo san Luis María de Montfort y que encuentras en los dos libros mencionados y en ASE. Conviene que esta celebración sea bien preparada, precedida del Sacramento de la Reconciliación y que se haga en unión con la Celebración de la Eucaristía. Pues es como un nuevo nacimiento, es decir, como un nuevo Bautismo.
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madurez cristiana?
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Bajo el título "prácticas interiores y prácticas exteriores" (VD 226-276) San Luis María nos propone el cultivo de unas actitudes interiores de vida y la realización constante de unas acciones que te van a ayudar a dejarte modelar cada vez más y mejor por el Espíritu Santo y María para llegar a ser perfecto discípulo de la Sabiduría encarnada, Jesucristo (Ver VD 34-26; 218-221; ASE 227).
14. ¿Cuáles son las prácticas o actitudes interiores de vida para cultivar esta Consagración total?
San Luis María, como sabio pedagogo, nos advierte que "no es suficiente que te consagres a María en calidad de esclava(o) una vez para siempre, ni aun que renueves la consagración cada mes o cada semana... La dificultad se halla en entrar en el espíritu de esta devoción, que te colocará en actitud de absoluta disponibilidad y esclavitud respecto de María y, por Ella, de Jesucristo" (SM 44). Para ello, las diversas prácticas o medios, para lograr este objetivo maravilloso.
Estas prácticas o actitudes interiores son: hacer todas nuestras acciones por María, con María, en María y para María para hacerlas mejor por Jesús, con Jesús, en Jesús y para Jesús. (Ver VD 257).
Por María: es decir, conforme al espíritu de María... que es el Santo Espíritu de Dios. (VD 258s). Es una actitud de docilidad y obediencia. Para ello se requiere constante discernimiento para descubrir y realizar las mociones del Espíritu de Dios. Es dejarnos impulsar por María que nos invita y ayuda siempre a obrar conforme al Evangelio, a "hacer lo que Él nos diga". Sirve mucho repetir constantemente: "Renuncio a mí mismo y me consagro a ti, querida Madre mía" (ver VD 259). También, "acudir siempre a nuestro Señor por medio de María, confiando en su intercesión y poder ante su Hijo" (SM 48).
Con María: es decir, a imitación de María (VD 260). Es mirar a María como nuestro modelo y nuestro molde, o mejor, nuestra modeladora. "La práctica esencial de esta devoción consiste en tomar a María como modelo acabado de tus acciones" (SM, 45). Lo que pretendemos es ser modelados a imagen de María, modelo de todas las virtudes y "la primera y más perfecta discípula de Cristo" (MC 35). Lo que se busca es "entrar en sintonía con la voluntad y las disposiciones de María" (SM, 46). Para ello, debes esforzarte por evitar el pecado e imitar las virtudes de la Santísima Virgen, y en particular estas 10: "su humildad profunda, su fe viva, su obediencia ciega, su oración continua, su mortificación universal, su pureza divina, su caridad ardiente, su paciencia heroica, su dulzura angelical y su sabiduría divina" (VD 108, ver 260). "Ella es... el Santo de los santos, en donde son formados y moldeados los santos" VD, 218. Sirve mucho tomar por cierto tiempo como materia de meditación y de ejercicio cada una de estas virtudes.
En María: es decir en íntima unión con María (VD 261s). "Si María, que es el árbol de la vida, está bien cultivada en ti mismo por la fidelidad a las prácticas de esta devoción, dará su fruto en tiempo oportuno, fruto que no es otro que Jesucristo" (VD 218). "Escucha bien lo que digo: los santos son moldeados en María... quien sea arrojado en este molde divino, quedará muy pronto formado y moldeado en Jesucristo, y Jesucristo en él" (VD 219). Se trata de habitar en María, "paraíso del nuevo Adán", "Santuario de la divinidad", "mansión de la Santísima Trinidad", "Torre inexpugnable" en donde estamos al abrigo del demonio, de la sabiduría mundana y del pecado (VD 261; 264) y que María habite y reine en nuestros corazones. Se trata de amar a la
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Santísima Virgen con filial afecto, de hecho y no sólo con palabras y con todo el corazón (Ver VD, 197). Sirve para ello la realización constante, con modestia, atención y devoción (Ver VD 117), de las prácticas llamadas exteriores que comentaremos más adelante.
Para María: es decir al servicio de María (VD 265). "Conviene que no te quedes ocioso sino que actúes como buen siervo y esclavo..." (VD 265). María por el Sí de la Anunciación "se consagró totalmente como esclava del Señor a la persona de su Hijo y a su obra sirviendo con diligencia" a la redención de la humanidad (Concilio Vaticano II, Iglesia, 56). Tu consagración a Jesús por María es una consagración apostólica o misionera en la Iglesia. "Pero ¿qué serán estos servidores, esclavos e hijos de María? –Serán fuego encendido (Sal 104 [103],4; Heb 1,7), ministros del Señor que prenderán por todas partes el fuego del amor divino... Serán apóstoles auténticos de los últimos tiempos. A quienes el Señor de los ejércitos dará la palabra y la fuerza necesarias para realizar maravillas... Llevarán en la boca la espada de dos filos de la Palabra de Dios (Heb 4,12); sobre sus hombros, el estandarte ensangrentado de la cruz; en la mano derecha, el crucifijo; el rosario en la izquierda; los sagrados nombres de Jesús y de María en el corazón, y en toda su conducta la modestia y mortificación de Jesucristo" (Ver VD 54-58).